lunes, 16 de julio de 2012

#YoSoy132 la diferencia entre opinar y reportear

Recuerdo a algunos de mis maestros de periodismo haciendo un énfasis maniqueo en la necesidad de, como reporteros, ser "objetivos".

Recuerdo mucho más a quienes, a la usanza del periodismo europeo, aceptaban que la objetividad no existe: los periodistas somos también seres humanos con una visión social y política de la realidad propia. Nuestros temas, nuestras preguntas y los productos comunicativos que generamos están permeados por nuestras experiencias, nuestros valores, nuestras creencias. Podemos ser por tanto equilibrados, neutrales, documentados, pero no objetivos. En el periodismo se adjetiva con datos, con declaraciones, recuerdo que oí en un congreso de estudiantes.




Aún así, hay una profunda diferencia entre opinar y reportear. Hoy, con internet, uno puede opinar lo que quiera y hacerlo público en un blog, en los comentarios de cualquier sitio web. Reconozco que los buenos opinadores se sustentan en hechos, en datos, pero informarse e informar no es requisito para opinar. Reportear es distinto: hay que elegir fuentes, preparar cuestionarios, elegir ángulos, hacer ejercicios analíticos y sintéticos repetidos. Y, además de eso, pasar por los controles editoriales, verificaciones y revisiones que cada medio considere pertinentes.

Por eso, mi opinión sobre este movimiento estudiantil está aquí. Y mi trabajo de reportera, lo revisan una o dos editoras y lo publican acá. Esa es la diferencia.


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lunes, 11 de abril de 2011

De la palabra como verdad. Los Xirau, hombres en tiempos oscuros

Estaba organizando mis papeles de hacienda para la declaración anual y quise recordar las últimas cosas que he publicado en diferentes medios. Sé que podría consultar mi bloc de recibos y lograr certeza absoluta, pero me gustan las búsquedas azarosas.

Así fue como encontré este artículo de abril de 2009, publicado en la Jornada Semanal. Es uno de los que recuerdo con más cariño porque en él se llegan a unir mis caminos (aparentemente) divergentes: filosofía, literatura y periodismo.



Además, toco en él, aunque sea de pasada, varias de mis obsesiones: los linajes de creadores (en este caso filósofos y escritores), la relación entre palabra poética y palabra filosófica y la muerte del padre como momento definitorio de la identidad personal y creativa.

En las entrelíneas, legible quizá sólo para mí, también subyace una pregunta: ¿deben los intelectuales y los artistas tener hijos? Es una pregunta que me hago a menudo, como preguntándola también para mí misma. No sé. Ayer le prometí a un amigo no preguntarme nada, no al menos hasta que termine esta la primavera. Sólo para ver qué se siente.

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miércoles, 23 de junio de 2010

Morir de amor. Violencia en pareja

Este reportaje sobre la violencia de pareja se publicó en la revista Marie Claire de mayo de 2010, la que trae a Diane Kruger (la protagonista de Inglorius Basterds de Tarantino) en la portada. 

Muchos no lo saben --yo misma lo ignoraba hasta hace un par de años-- pero Marie Claire fue un baluarte del feminismo cuando empezó a publicarse. Por ella me enteré hace muchos años del caso de Rodolfo Montiel y Teodoro Cabrera, campesinos ecologistas que fueron presos de conciencia. En esta revista he tenido la fortuna de publicar temas relacionados con violaciones a los derechos de las mujeres (como la práctica de casar a mujeres víctimas de violación con su abusador, que se da en varios lugares de India).

Cuando salió la edición de mayo compré la revista para ver cómo había quedado el reportaje --los freelance o mercenarios de la pluma normalmente no vemeos nuestro trabajo formado y con diseño sino hasta que se publica--, y un amigo me encontró en el metro leyéndola. Cuando le conté la historia me preguntó: ¿y Marie Claire publica eso? También me dijo que el feminismo bien puede venderse como producto entre las tapas de una revista, junto a zapatos de diseñador y cremas para la cara.

Como sea, este texto lo escribí movida por la esperanza, el más necio de los sentimientos, el que dice Cortázar no nos pertenece del todo porque es la vida misma defendiéndose. Esperanza de que el asesinato de Alí Cuevas a manos de su ex novio Oswaldo Morgan no quede impune. Esperanza de que la pareja de poetas que entrevisté se sobreponga al demonio de la violencia que ha marcado su relación. Esperanza de que sí, los hombres violentos también cambian. Esperanza de que todos dejemos de justificar y normalizar la violencia contra las mujeres.

(Tras la publicación recibí una carta de Conrado Cuevas, papá de Alí, con nuevos datos que las investigaciones han revelado sobre su asesinato. Es de las cartas que hacen que la labor periodística tenga sentido, que te hacen creer que con todo, el mundo no es sólo un lugar horrendo donde la violencia gana siempre. El mundo es también, lo que nosotros queremos hacer de él. )



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miércoles, 10 de marzo de 2010

Ser el otro: Montemayor y la literatura indígena

Falleció Carlos Montemayor, el gran novelista y ensayista. Por desgracia, nunca tuve el placer de entrevistarlo, aunque lo busqué varias veces cuando estaba haciendo mi tesis y el jefe de una de mis mejores amigas era su primo.
Imagen tomada de www.danilodemarco.it

Aquí está una semblanza de él que publiqué en La Jornada Semanal, donde hablo de su labor de difusión y rescate de la literatura en lenguas indígenas.



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lunes, 22 de febrero de 2010

Esther Seligson: vencer al tiempo

Semblanza de Esther Seligson publicada en la Jornada el 21 de febrero de 2010.
 
 
Esther Seligson era una de las mejores escritoras mexicanas. Tuve el placer de conocerla en 2005 cuando presentó su libro Alba Marina. Acababa de regresar de Jerusalén tras el suicidio de su hijo Adrián. Al final de la presentación nos regaló rosas amarillas a todos los asistentes.

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jueves, 11 de febrero de 2010

El dilema del aborto

Este reportaje sobre la criminalización del aborto fue publicado en Milenio Semanal el 17 de enero de 2010.

 
Hacer las entrevistas a quienes documentan casos de mujeres que han sido sometidas a un proceso penal por abortar fue especialmente duro, así como escuchar el testimonio de una joven menor de edad que abortó y fue llevada ante el ministerio público.

En los comentarios un idiota dice que en México no se encarcelan mujeres por abortar. ¿No sabe leer o cuál es su problema?

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Entrevista a Jacinta Francisco. "Yo todavía no entiendo bien cómo se hace para secuestrar"

Esta entrevista se publicó en Milenio Semanal 629, del 9 de noviembre de 2009.

De doña Jacinta me soprendieron su capacidad de perdón, su fuerza, su mirada. Su tenacidad para sobreponerse a una situación que la palabra injusticia no alcanza a describir. Lo que más me indignó es que existan muchas otras Jacintas, que vivamos en un país donde esto y cosas peores son posibles.

A Andrés Díaz, su abogado, del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez ,le pregunté si no se cansa de trabajar en esto, de ver tantas injusticias. Él, con la misma dulzura terca de mi amigo Arturo me respondió: "hay que seguir en esto mientras se pueda".

Andrés también me preguntó por qué hay periodistas tan cínicos y tan irresponsables. Por qué muchos medios han dejado fuera de su agenda los derechos humanos. Me contó que algunos reporteros que mal merecen el nombre abordaban a Jacinta preguntándole: "¿Sabes que te pueden dar cincuenta años, Jacinta?"

Le expliqué que los medios son un negocio, que el periodismo suele ser pésimamente pagado y muy demandante. Que como el conflicto es nota, muchos piensan que generando ellos el conflicto con preguntas estúpidas harán noticia.

"Hay que seguir en esto, mientras se pueda, Andrés", pensé. Por eso al día siguiente me levanté temprano para dar clases en la Septién.

 
Mi foto
Vaga-preguntona profesional. Nunca en la vida he parado de viajar: por trabajo de mi papá, por mi trabajo, por las ansias que me queman de vez en cuando. Soy dromómana, y también viajo mucho sin moverme de lugar. Me gustan los días soleados (no necesariamente calurosos), el viento, la lluvia (cuando es tibia o suave), el mar, los bosques. Las pláticas largas, las noches de copas con los amigos, los abrazos, los libros, la pintura, la fotografía y los gatos. Me obsesionan los edificios viejos, los lugares "extraños", el cielo, el agua en general, el idioma, las palabras, ciertas ideas. Detesto la falta de compromiso personal y social.

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